Puente y estrecho de Mesina

El sueño de ver unido la Península a Sicilia ha sido un estigma que ha sobrevivido a todas las civilizaciones que han cohabitado las dos costas, desde Mesina hasta Reggio Calabria

El Puente del estrecho de Mesina que unirá Sicilia con el continente será un puente colgante que cruzará el estrecho de Mesina según el proyecto en curso. La construcción debería haber empezado en 2006 pero el parlamento italiano ha frenado recientemente su desarrollo; y se espera que esté completada en 2012.

El puente será una alternativa al servicio de ferries entre Mesina (Sicilia) y la península, en Villa San Giovanni en Calabria y el servicio de hidrofoil desde Mesina a Reggio de Calabria.

Estrecho de Mesina
Imagen de satélite del estrecho de Mesina

Según el proyecto actual el puente de Mesina debería tener una longitud de 3,3 km, casi doblando el tamaño del puente de Akashi-Kaikyo en Japón, que actualmente es el puente con mayor envergadura del mundo, con 1991 m. El plan contempla también seis carriles de tráfico (dos carriles normales y uno de emergencia en cada sentido), dos railes de tren, y dos vías peatonales. Para mantener una apertura vertical mínima para navegación de 65 m, la altura de las torres será de 382,6 m. Serán más altas que la mayor del Viaducto de Millau en Francia, que actualmente es el puente más alto del mundo.

El sistema de colgado del puente apoya en dos pares de cables de acero, cada uno con un diámetro de 1,24 m y un largo total, entre anclajes, de 5,3 km. El diseño incluye 20,3 km de enlaces por carretera y 19,8 de tren para el puente. En la península, el puente conectará con la nueva autovía Salerno-Reggio Calabria (A3) y a la planeada autopista de alta velocidad Nápoles-Reggio Calabria; sobre el lado Siciliano, a las autovías Messina-Catania (A18) y Messina-Palermo (A20) y con la estación nueva Messina, a construirse por la Red Ferroviaria Italiana. La finalización del proyecto durará seis años, y el presupuesto es de 4 600 millones de Euros.

Sin embargo, no todo son voces a favor, y es que Sicilia aún es la hermana pobre de Italia, y mientras que el presupuesto para el puente de Mesina podría desorbitarse, hay poblaciones sicilianas cuyo acceso al agua corriente es precario. Si a esto añadimos que la Mafia podría obtener prerrogativas en la construcción y contratación de obreros, controlando el presupuesto destinado al proyecto del puente,nos encontramos con un equilibrio de fuerzas entre los defensores que predican que supondría la entrada de Sicilia en Europa de forma física, y quienes dicen que supondrá un asalto de las empresas inmobiliarias y un varapalo al ecosistema siciliano, además de cuestionar su sistema antiterremotos.