Parques Naturales de Sicilia

Atardecer en el Parque de los Montes Nebrodi
Atardecer en el Parque de los Montes Nebrodi

Puede parecer a priori, y de forma desacertada que Sicilia es sumamente uniforme en su paisaje. Sin embargo caeremos en el engaño, la isla refleja una riqueza naturalística enorme, con ejemplos de biodiversidad tan opuestos en flora, fauna y clima, que sorprende a los que aún no han venido a conocerla. Antogónico es ver las dunas y en unas horas estar pisando la nieve, o inmerso en humedales con plantas de papiro o bosques de castaños centenarios.

Esta Sicilia interior, a menudo las antípodas de la Sicilia de costa, turística y ajetreada, tiene cada vez más adeptos gracias a las actividades deportivas como trekking,  nordic walking, rafting, canoa, rutas en mountain bike…

Los cuatro parques regionales de Sicilia: Etna, Madonie, Nebrodi y Alcántara ofrecen expresiones visuales que abarcan toda la paleta de colores, desde el negro de las gargantas de Alcántara, al marrón de la ceniza del Etna, al amarillo de los campos secos, al verde de los bosques de Nebrodi, o al rojizo de los árboles caducos en el otoño siciliano.

El Parque del Etna. Tierra y fuego

El parque del Etna no sólo destaca por la fascinante mole etneana que rubrica con constantes erupciones cual es su peso en la vida de la isla. La zona que abarca todo el parque es un ecosistema que muta, que fluye y que cambia de forma continua. Su universo vegetal se tiñe con colores de todas las tonalidades de árboles, flores y matices de tierra y roca, desde los viñedos, las encinas, pinos, castaños, frutales como los cítricos; todos ellos pendientes del «humor» del volcán.

Las rutas por el parque son múltiples, pero una que permite un primer acercamiento muy completo es la del sendero Gurrida, un recorrido de apenas un km y medio, fácil de recorrer (accesible para personas con movilidad reducida) y repleto de elementos que muestran la peculiaridad del parque. Andando por este camino podemos observar la morfología de la lava por la vertiente noroeste del Etna, captando la tremenda vida faunística que forma el ecosistema del volcán. Más información del Etna.

Parque del Madonie

El parque de Madonie acoge huéspedes tan insignes y enigmáticos como los “Abies Nebroides” , una veintena de abetos locales, únicos en el mundo y en peligro de extinción. Un ejemplo de la insularidad siciliana, que va más allá del componente social.

 Junto con los montes Nebrodi y los Peloritani, al este, y los montes de Palermo y Trapani, forman los llamados Apeninos sículos, es decir, el estrecho meridional de las montañas que recorren de norte a sur Italia, cortados por el estrecho de Mesina.

Los Madonia o Madonie (en italiano) son sinónimo de tradición, de costumbres y de arraigo. El sendero  Pomieri – Piano Sempria, al que accedemos por la carretera  Provinciale 54 desde Petralia Sottana hacia Piano Battaglia, y desde Pomieri preguntando por Case Lapazza, nos permite conocer y degustar los quesos locales, como la ricotta. En Pizzo Canna nidifica el águila real y en Piano Pomo tenemos una de las vistas más espectaculares del parque.

Las empresas ecoturísticas ofrecen excursiones muy sugerentes tanto en invierno como en verano, cuando el río Pollina permite pasear en barco por las Gargantas de Tiberio (Gole di Tiberio), que están incluidas dentro de la lista de Gorparques de Unesco.

El Parque de los Nebrodi

Cuando se asciende desde Sant’Agata Militello por la carretera que sube hacia los Montes Nebrodi, hastiado del calor costero, poco se imagina el atento viajero que, según sube la altitud, el paisaje se hace tan boscoso que cuesta comprender el drástico cambio de paisaje y temperatura. En el parque, a la sombra de los mayestáticos bosques la chaqueta que nos aconsejaba la guía se antoja necesaria, no olvidemos que la cota máxima es de algo más de 1.500 metros.

Arces, fresnos,acebos, hayas, y muchas otras especies conviven en forestas como la de Mangalaviti, uno de los recorridos didácticos propuestos por los responsables del parque. Otro de los senderos, el conocido como “sentiero delle sorgenti” sale desde Petrosino, cerca de Maniace, a unos 750 m., subiendo hasta los 1.568 metros del Refugio Arcarolo. En el camino podemos admirar tanto el Etna desde numerosos puntos, como por ejemplo el Obelisco de Nelson, que recuerda al excelso comandante británico, o los numerosos riachuelos naturales que dan nombre a la ruta.

Parque y gargantas de Alcántara

No sólo los geólogos disfrutan de esta maravilla natural formada por estratos superpuestos a lo largo de millones de años. Los 50 km de río discurren por cañones de basalto petrificados a partir de coladas lávicas fluidas que como un río formaron las paredes de las gargantas y las curiosas formas que se admiran a lo largo del sendero fluvial que empezamos en la entrada, en Larderia, a poca distancia de Motta Camastra. Más info de la Garganta de Alcántara.

En suma, naturaleza para todos los gustos, pero siempre desde una óptica siciliana. Si desea más información sobre excursiones organizadas puede consultar nuestra propuesta o escribirnos

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