Siracusa es sin duda una ciudad completa, combina una historia riquísima con la sostenibilidad de las ciudades que al afrontar el reto turístico acaban manteniendo su identidad.
Historia de Siracusa
Después de fundar Naxos, los griegos corintios fundaron el asentamiento de Siracusa en el año 734 a. C., situado en la isla de Ortigia (Ortygia). Se trataba de una zona pantanosa y de ahí deriva su nombre en griego, Sirako («pantano»).
La urbe se consolidó como una de las más poderosas del Mediterráneo, siendo a su vez promotora de nuevas colonias en el sur de Sicilia, como Acras en el 664 a. C., Casmena el 644 a. C., y Camarina en el 599 a. C..
Sin duda, su período de máximo auge fue el de los tiranos, destacando Dionisio el Viejo y su hijo Dionisio el joven. Aliada de Esparta y Corinto, consolidó su control hasta que el asedio y captura de los romanos frenó sus anhelos de expansión. En esa conquista murió su ciudadano más célebre, Arquímedes de Siracusa, hijo del arquitecto Fidias, sobre quién podemos conocer más en el museo de la ciudad.
Bajo el dominio romano fue parte de la República y posteriormente del Imperio bizantino, llegando a ser incluso su capital capital entre el 663 y el 669, para pasar a dominio normando más tarde. El crecimiento de Palermo en la Edad Media, promovida por los musulmanes primero y los aragoneses después, conllevó al mismo tiempo el declive de Siracusa.
De la pluma de Cicerón quedó para la historia una de sus descripciones: «la mayor ciudad griega y la más bella de todas», algo que todavía hoy es expresado por sus visitantes.
Qué ver en Siracusa
Siracusa cuenta con uno de los patrimonios arqueológicos más ricos de Sicilia, con la península de la Ortigia -núcleo original de población de los corintios que fundaron la ciudad-, el parque arqueológico de Neápolis con su anfiteatro romano, el teatro griego, las Latomias o canteras de piedra, la Oreja de Dionisio, y la gruta Dei Cordari, o la de los Capuchinos, donde en época griega los esclavos extraían los bloques de piedra caliza para la construcción de edificios y murallas.
Frente a la entrada del museo arqueológico de Siracusa, uno de los mayores «errores arquitectónicos» de Sicilia, el Santuario de Santa Madonna de las Lágrimas, un edificio de 80 metros, horroroso, que evoca la lagrimación, un suceso insólito por la incredulidad que despierta, según el cual un cuadro de yeso de la virgen segrega gotas.
Las catacumbas de San Giovanni son una enrevesada red de laberintos subterráneos formada por 20.000 tumbas que ocupan una superficie de 10.000 cuadrados. Detrás, en la vía Teocrito está el museo del Papiro y el Museo Arqueológico Regional Paolo Orsi.
Ortigia
La península de la Ortigia conserva su dibujo de patios, callejuelas y plazoletas escondidas, vestidas con elegancia del corte arquitectónico barroco, tan reseñable en la Sicilia Oriental. Presidiendo la Piazza del Duomo con la iglesia de Santa Lucía alla Badia en un extremo, se ubica la catedral de Siracusa, con sus apacibles terrazas veraniegas.
De hecho la catedral de Siracusa fue uno de los escenarios de la película Malena de Giuseppe Tornatore, en la que la actriz Monica Bellucci pasea en varios momentos del film.
Junto al mar y emanando agua dulce de forma natural, encontraremos la Fuente Aretusa, un estanque con patos, peces de diversas especies y plantas de papiro, y cuya leyenda de amor entre la Ninfa Aretusa y el Dios del río Alfeo, adorna el misticismo del lugar.
Siguiendo el paseo marítimo llegamos al extremo de la Ortigia, donde el castillo Maniace, una fortaleza construida por Federico II en 1239, defiende la península siracusana.
Excursiones en Siracusa
Desde Siracusa no tenemos lejos Noto, con su conjunto de edificios barrocos, o la Cava del Cassibile cuyas pozas o lagos invitan a pegarse un baño. Y si queremos ver la costa de Siracusa desde el mar podemos realizar una excursión en barco.
Alojamiento en Siracusa
Siracusa es una ciudad perfecta para dormir en nuestro viaje por el sureste de Sicilia. Su centro histórico agradable y su gastronomía hacen que encontremos numerosos hoteles, B&B y oportunidades para alojarse.