Tindari

«Tindari….sobre las amplias colinas, colgando de las aguas…» Salvatore Quasimodo (Premio Nobel siciliano)

Tindari en la provincia de Messina es una dos puntos turísticos más visitado de la costa norte de Sicilia. Las razones que animan a los turistas a llegar son varias, para empezar aquí se hallan los restos de la antigua polis griega de Tyndaris. El nombre de la colonia lo recibe en honor a una de las divinidades Tindáridas.

La ciudad antigua, fundada por el tirano siracusano Dionisio en el 396 a. C. se enclavaba sobre la colina, en una posición privilegiada para el control de toda la costa tirrénica. Recorriendo el perímetro del yacimiento podemos ver parte de las murallas originales, la parte romana con los baños y las habitaciones, junto al conjunto de mosaicos y el ingeniosos sistema de calefacción. La basílica y el teatro del siglo IV a.C son dos de los elementos más importantes, especialmente este último cuyo estado de conservación es envidiable. Durante el periodo de verano acoge representaciones de obras clásicas griegas. El museo tiene cinco salas donde se exponen piezas de diferentes épocas.

Las crónicas de los grandes historiadores antiguos nos han dejado testimonio de la importancia de Tyndaris, que llego a ser uno de los centros griegos más importantes de Sicilia. Plinio nos relata que parte de la ciudad se vino colina abajo por un desprendimiento de tierra.

Cuando paso a manos romanas aún continuó durante siglos ocupando un lugar destacado, todavía más plausible con la llegada del cristianismo, la fundación de la primera iglesia. La devoción por la original virgen negra permitió que Tindari pasase a ser un centro religioso de relevancia. Desde entonces las vicisitudes por las que ha pasado no han sido pocas, la ciudad fue destruida por los sarracenos, reconstruida, quemada por Federico II de Aragón por el apoyo que dieron a los partidarios de Anjou durante las Vísperas sicilianas, reconstruida de nuevo para ser saqueda por las incursiones berberiscas de Barbarroja y sus secuaces.

Además de la ciudad griega, el santuario de la Madonna Nera es la meta de la peregrinación di fieles de toda Italia, y sin duda es uno de los espacios religiosos con mayor visitas de toda la isla. El 8 de septiembre la procesión anual recibe un gentío enorme que sube en procesión hasta el santuario.

Para terminar el circuito, la naturaleza brinda un maravilloso refugio visual. A los pies del acantilado donde se yergue el santuario, los lagos de Marinello tienen una caprichosa forma que gracias a la vista aérea dibujan una estampa magnífica del golfo de Patti.

La Madonna nera

El santuario de Tindari recibe el nombre por la virgen negra que preside la iglesia. El edificio actual es reciente, 1956-79, y sustituyó a la iglesia antigua del siglo XVI.

La historia de como la «Madonna negra» llegó a Tindari forma parte de los claroscuros donde leyenda se superpone a la realidad. La figura, de origen bizantino forma parte de los iconos tallados en el siglo VIII y IX en Constantinopla. Una tormenta hizo que el barco que la transportaba acabase en el puerto de Tindari, donde los marineros, agradecidos por las plegarias, depositaron la estatua cuya inscripción del altar reza «nigro sum sed formosa», «negra soy, pero bella».

Como llegar

Desde la cercana localidad de Patti hay autobuses que suben con frecuencia al santuario. Desde Messina o Palermo debemos coger la A-20, salida Falcone o Patti respectivamente en función de si venimos desde el este o el oeste; y luego seguir las indicaciones hasta llegar al santuario o las excavaciones.