Vincenzo Bellini

Vincenzo Bellini nace en Catania, el 3 de marzo de 1801. Hijo del organista Rosario Bellini, recibió las primeras lecciones de música de su padre y de su abuelo, Vincenzo Tobia Bellini. Bellini fue un niñó prodigio y cuenta la leyenda que a los dieciocho meses era capaz de cantar un aire de Valentino Fioravanti, que comenzó a estudiar teoría musical a los dos años de edad, piano a los tres y que a los cinco era capaz de tocarlo con soltura. Su primera composición data de cuando tenía seis años.

Bellini

En 1819, becado por el Duque de San Martino Bellini ingresa en el Conservatorio de Nápoles, donde estudia con Giovanni Furno (armonía), Giacomo Tritto (contrapunto) y Nicola Zingarelli (composición).

De carácter siempre agradable y sencillo, aunque no exento de alguna vanidad y después de probar en la música instrumental profana y religiosa, se decide definitivamente por la ópera, forma en la que se ve influido melódicamente y rítmicamente por Rossini, y en consecuencia Bellini se establece en Milán en 1827.

Vincenzo Bellini
Estatua de Bellini en Catania

El estreno de la primera ópera de Vincenzo Bellini, Adelson e Salvini en 1825, atrajo la atención de Domenico Barbaja, director del teatro de ópera San Carlo de Nápoles y de La Scala de Milán. Barbaja le encargó componer Bianca e Gernando para el teatro San Carlo en 1826 e Il Pirata para La Scala en 1827. Ambas tuvieron gran éxito, así como La Straniera (1829) e I Capuletti e Montecchi (1830). En 1831, el estreno de sus dos óperas más populares, La Sonnambula y su obra maestra Norma, le dieron la fama internacional. En 1833 estrenó Beatrice di Tenda, con la que no tuvo el éxito esperado, y en 1835 I Puritani, su última obra.

Ese mismo año Vincenzo Bellini muere prematuramente en París, en pleno apogeo artístico. Cuarenta y un años después, los restos del compositor fueron trasladados a su Catania natal donde la ciudad en pleno reibió con admiración y tristeza a su hijo pródigo.

Bellini compuso música sacra (motetes, misas, etc.), de cámara y sinfónica, pero es la ópera el género musical que le dio fama. Compuso para virtuosos del bel canto, expresión lírica que exige una gran precisión y agilidad vocal. Intentó minimizar las diferencias clásicas entre las partes cantadas y recitadas – arias y recitativos -, manteniendo la tensión dramática.

La obra más difundida de Bellini es Norma  (que dio nombre a la pasta alla norma), en la que destaca la muy célebre aria “Casta Diva” donde se conjuntan la gravedad clásica con un apasionamiento muy romántico en la expresión, siendo éste uno de los grandes roles para soprano dentro del repertorio. Durante el siglo XX destacaron en este papel María Callas, que fue la más famosa Norma del siglo; y Joan Sutherland quien recuperó el caracter puramente belcantista del papel, enterrado por los excesos veristas de las generaciones de cantantes anteriores.

Obras de Vincenzo Bellini

  • Adelson e Salvini (12 de febrero de 1825 Teatro del Conservatorio di S. Sebastiano, Nápoles)
  • Bianca e Gernando (30 de mayo de 1826 Teatro San Carlo, Nápoles)
  • Il pirata (27 de octubre de 1827 Teatro de La Scala, Milán)
  • Bianca e Fernando (7 de abril de 1828 Teatro Carlo Felice, Génova)
  • La straniera (14 de febrero de 1829 Teatro de La Scala, Milán)
  • Zaira (16 de mayo de 1829 Teatro Ducale, Parma)
  • I Capuleti e i Montecchi (11 de marzo de 1830 Teatro La Fenice, Venecia)
  • La sonnambula (6 de marzo de 1831 Teatro Carcano, Milán)
  • Norma (26 de diciembre de 1831 Teatro de La Scala, Milán)
  • Beatrice di Tenda (16 de marzo de 1833 Teatro La Fenice, Venecia)
  • I puritani di Scozia (24 de enero de 1835 Théâtre Italien, París)