Alcamo

De Alcamo era el poeta célebre y representante de la juglaría y la poesía pícara Cielo d’Alcamo, que en el siglo XIII y formando parte de la corte de Federico II escribió «Rosa fresca aulentissima», donde sus diálogos cargados de gracia y dobles sentidos alborotaron la sociedad palermitana.

Castillo de los Condes de Módica en Alcamo
Castillo de los Condes de Módica en Alcamo

Los yacimientos descubiertos en el cercano monte Bonifato evidencias como los élimos lo utilizaron como puesto de defensa y vigilancia en torno a Segesta. Con la romanización de la isla ,muere como ciudad y del mismo modo Alcamo pierde su función, siendo los árabes quienes volverán a dar vida a la montaña.

Las raíces árabes de Alcamo no sólo se perciben en el topónimo que proviene de Alqamah (tierra fértil) o del comandante que la fundó Al-Kamuk; puesto que lo alto del monte Bonifato aún se distinque la torre sarracena y la cisterna.

La pujanza de la corte de Federico II hizo indispensable contar con recursos agrícolas no lejos de Palermo, por lo que Alcamo creció como abastecedor de productos, hasta el punto que la familia Chiaramonte edificó un castillo en el siglo XIV. Dicho castillo, estuvo en manos de los Conde de Modica desde principios del siglo XV hasta el inicio del XIX por lo que adoptó el nombre de sus propietarios y hoy es conocido así.

El castillo se convirtió en centro de la ciudad y con la época de bonanza fueron surgiendo edificios nobles que con estilo barroco fueron añadiendo sus viviendas e iglesias hasta formar un centro histórico, y haciendo a su vez un ensanchamiento de Alcamo fuera de las murallas. Al igual que otras localidades cercanas como Calatafimi, Alcamo apoyó a los Garibaldinos, iniciando una revuelta que desembocaría en la unificación de Italia en 1861.

Qué ver en Alcamo

Hoy Alcamo es un centro económico importante de la Sicilia occidental (provincia de Trápani), tanto en el ámbito agrícola como en el la industria. Su vino blanco DOC es producido en grandes cantidades y su extensión abarca hasta la costa, donde encontramos Alcamo Marina, el barrio costero.

Vino blanco de Alcamo DOC
Vino blanco de Alcamo DOC

Son dos los castillos que podemos visitar en Alcamo. El primero de los Condes de Módica, sin duda el monumento más importante de la ciudad, alzado por la familia Peralta aunque concluido por los Chiaramonte entre el XIV y el XV. En su interior se ha adecuado el Teatro de la Opera dei Pupi, las marionetas sicilianas.

El segundo castillo es el de Calatubo (siglo X-XI), a unos 7 km del centro, entre el cruza de la carretera E90 y la secundaria SP132. El origen del nombre viene de Kalata et tub, tierra de limos, porosa, y su enclave era estratégico tanto para el control del golfo di Castellamare, como con el interior. Encastrado sobre la roca, su forma irregular se acondiciona sobre el terreno como si de un sofá se tratase, con tres muros defensivos.

Castillo de Calatubo
Castillo de Calatubo

Las iglesias de la ciudad sorprenden por su gran número y su depuración arquitectónica y artistica, mereciendo un circuito que va desde la  Iglesia de la Annunziata dei Carmelitani, La Chiesa Madre, la Chiesa dei Santi Paolo e Bartolomeo, la Chiesa di San Francesco, Sant’Oliva, San Nicola di Bari o la iglesia de San Tommaso. Pintores como el flamenco Guglielmo Borremans o Gagini plasmaron su arte en obras que atesoran las iglesias de Alcamo.

Las cercanas aguas calientes de Terme Gorga son la propuesta de relax, con su balneario de aguas termales que pone el contrapunto de relax a nuestra visita a Alcamo y Segesta.

Cuando pares en Alcamo no olvides pedir en sus restaurantes los platos locales como la caponata di melanzane, los agnellone ai ferri “cu l’Ammogghiu” o los ducles con forma de seno llamados Minne di vergini.

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