Cine Siciliano

El cine siciliano exaltado sobre todo a partir de la obra de Visconti se ha caracterizado por ahondar en la descripción  de una sociedad ora maltratada por el contraste riqueza-pobreza, ora combinar la tradición con el progreso. El siciliano viene a ser la expresión del emigrante melancólico que derrocha dosis de amor-odio por su tierra.

A través del análisis de algunos de sus films más conocidos intentaremos dar una visión general de lo que ha sido y es el cine siciliano.

Terra trema

En 1948 Luchio Visconti rueda La tierra tiembla (La terra trema), basado en la obra homónima del maestro Giovanni Verga. El film cuenta la vida de un joven pescador de Aci Trezza, ‘Ntoni Velastro, que trabaja en exclusiva para unos mayoristas que abusan descaradamente de él y de sus compañeros. Harto de tanta injusticia, ‘Ntoni se rebela junto a otros pescadores, con los cuales es arrestado por haber provocado desórdenes.

Pero los mismos mayoristas, que no han encontrado con quien sustituir a los revoltosos, hacen que los liberen de inmediato. ‘Ntoni no quiere volver a lo de siempre y convence a su familia de que hipoteque la casa para que él pueda trabajar por su cuenta. Ayudados por una propicia pesca de anchoas, los Velastro ven abrirse las puertas de un futuro esplendoroso, hasta que pierden la barca en medio de una tormenta.

Desde ese momento, su destino se convierte en una imparable cadena de desgracias, incluida la pérdida de la casa por no haber podido pagar la hipoteca. La familia marcha hacia la ruina total: ‘Ntoni, abandonado por su novia, busca consuelo en las tabernas; el abuelo muere, el hermano se hace contrabandista, la hermana mayor se separa del marido y la menor tiene problemas a causa de las fastidiosas atenciones de un sargento. Resignado e incapaz de encontrar una salida, el joven pescador se ve forzado a volver con los mayoristas, aceptando sus inicuas condiciones. Pero sabe que aquel gesto de rebelión perdurará por siempre en su conciencia y en la de sus compañeros.

Stromboli

Poco después, Rossellini dirigió en 1950 Stromboli (Terra di Dio) a su amante Ingrid Bergman, que, fue denostada por el público y los sectores más conservadores y moralistas de los Estados Unidos. La trama trata de la llegada a Stromboli de una mujer que acepta casarse con un pescador la isla para escapar del campo de concentración. Sin embargo, la peor celda la encontrará en la vida en Stromboli dondeel volcán pugna al igual que la protagonista por salir de su encierro.

Ese mismo año se rodo Vulcano, a cargo de William Dieterle, y encabezada por Anna Magnani. Acusada de ser un sucedaneo de Stromboli, el film narra cómo la policía de Nápoles devuelve a su isla natal, Vulcano, a la prostituta Maddalena Natoli (Anna Magnani). Allí ésta se encuentra con su hermana pequeña Maria (Geraldine Brooks), pero sufrirá el acoso de sus vecinos, que incluso se niegan a admitirla en la iglesia. Donato (Rossano Brazzi), un hombre de poco claras intenciones, es el único que la defiende…

En 1962 Francesco Rosi, retrata en un clásico del cine italiano, la vida de Salvatore Giuliano, un famoso bandido siciliano,  que  itegró su banda en el Movimiento Independentista Siciliano. Anticomunista visceral, dirigió una carta al presidente Truman deseando convertir a Sicilia en un Estado más de USA para “preservarla de la terrible Rusia”. El día 1 de mayo de 1947, su banda, apostada en las montañas cercanas al valle de Portella della Ginestra, donde se concentró un gran número de campesinos para festejar el Día del Trabajo, abrió fuego. Murió una docena de personas. Giuliano, convertido en fugitivo de los tribunales de justicia, inexperto en política y traicionado por la Mafia (fiel aliada de la Democracia Cristiana). Cayó abatido cuando no contaba aún treinta años el día 5 de julio de 1950.

Salvatore Giuliano

Sin embargo no es hasta  1963 cuando Visconti realiza  su obra maestra, volviendo a acercar al  público a Sicilia. El Gatopardo es una de los hitos del realizador italiano Luchino Visconti. La adaptación del libro de Tomassi de Lampedusa convirtió a los personajes de Burt Lancaster, Alain Delon y Claudia Cardinale en figuras inmortales de la historia del cine.

Pero bajo la ópera suntuosa late el drama, el príncipe siciliano Fabrizio di Salina ve amenazada su posición en un tiempo de cambio, a la isla llegan Garibaldi y su ejército y su posible triunfo amenaza un régimen feudal y estático representado por el príncipe y algunos otros nobles más. Un mundo está por terminar para dejar paso a otro quizás más democrático y más vertiginoso en cambios. La solidez de la tradición, de las relaciones se resquebraja y el príncipe no ve otra opción que unirse a aquellas clases sociales que avanzan y se aprestan a tomar el lugar de los viejos terratenientes.

Es la Italia de 1860 nos encontramos con el período del Risorgimento… movimiento que apuntaba a la creación de una Italia unida y libre de la dominación extranjera.

Por un lado este movimiento era conducido por las fuerzas políticas y militares del Rey de Cerdeña y por el otro por las Sociedades Secretas como la “Carbonería” y la “Joven Italia”, que difundían la idea de libertad y promovían insurrecciones tendientes a realizar la unificación. Protagonistas de la política italiana en ese período fueron Giuseppe Mazzini y Giuseppe Garibaldi, animados por ideales republicanos, y los Saboya (reyes de Cerdeña primero, y luego de Italia) que tuvieron en el Ministro Camillo Benso di Cavour, a uno de los mayores artífices de la unificación de Italia.

Luego de rebeliones y guerras, Vittorio Emanuele II de Saboya reunió los diversos pequeños estados italianos, fundando en 1861 el Reino de Italia.

En plena época revolucionaria y ante los combates y lo inestable de la situación, el príncipe Fabrizio se traslada con su familia a su residencia de Donnafugata, pequeño pueblo en el que son recibidos por el alcalde, Don Calogero. El sobrino de Salina, Tancredi, un joven de espíritu aventurero que se ha unido a las tropas garibaldinas, se enamora de Angelica, la bella hija del mandatario local. A pesar de que la muchacha pertenece a una clase social que no es la suya, Salina no se opone a la boda debido a que D. Calogero, símbolo de la incipiente burguesía, ha amasado una gran fortuna y ellos se encuentran cerca de la ruina. La familia Salina es invitada a un gran baile en el palacio palermitano de Pantaleone, ambiente esplendoroso en el que el Príncipe advierte que su clase social esta condenada a desaparecer ante el cambio de los tiempos.

Gattopardo

Cinema Paradiso es una de las obras clave de la maduración del cine siciliano e italiano general de la nueva escuela de directores. Giuseppe Tornatore dirigió en 1989 orquestado por la música de Ennio y Andrea Morricone a Philippe Noiret (Alfredo), Salvatore Cascio (Salvatore niño), Marco Leonardi (Salvatore adolescente), Jacques Perrin (Salvatore Adulto), Leopoldo Trieste (Padre Adelfio), Antonella Attili (Maria). La obra fue aclamada en Cannes con el Premio Especial del Jurado, obtuvo el Globo de Oro a Mejor Film de habla no inglesa, y finalmente gano en los Oscars en la categoría de película extranjera. Cinema Paradiso es ante todo una oda de amor al cine, canto de devoción a un oficio que Tornatore comparte con el protagonista del film, Salvatore (interpretado por el niño Salvatore Cascio, por el joven Marco Leonardi y por Jacques Perrin en su etapa adulta).

La historia posee unos evidentes rasgos autobiográficos, puesto que, además de coincidir en el mismo oficio, personaje y director provienen ambos de pequeñas poblaciones situadas en Sicilia: Bagheria, cerca de Palermo, en el caso de Tornatore, y Giancaldo, un pequeño villorrio en el que transcurre la infancia y adolescencia de Salvatore. El director, al igual que el niño de la película (a quien todos llaman Totó), sintió su pasión por el cine ya de bien pequeño, cuando su abuelo le llevó a ver Los Diez Mandamientos.

La película construye gran parte de su argumento alrededor de un largo flashback, conjunto de recuerdos que el Salvatore ya adulto, encumbrado en su profesión por una carrera como cineasta repleta de éxitos y reconocimiento, rememora a raíz de la noticia de la muerte de Alfredo (Philippe Noiret), su mentor y amigo desde niño, quien le enseñó el oficio de proyeccionista en el cine Paradiso de su pueblo, y quien sobre todo le inculcó el enorme amor que Salvatore siente hacia el séptimo arte.

Cinema Paradiso

La historia se desarrolla en tres partes: la primera de ellas es la correspondiente a la infancia de Totó hasta el momento en que consigue que Alfredo le enseñe el oficio y tenga que suplir su puesto a consecuencia de un incendio que ha dejado al hombre ciego. La segunda parte narra la adolescencia del joven Salvatore, la vivencia de su gran amor de juventud por Elena (Agnese Nano) hasta su partida hacia Roma en busca del sueño de ser director.

El último tercio del film es el regreso de Salvatore a Giancaldo para asistir al entierro de Alfredo, el temido enfrentamiento tras treinta años de ausencia ante la realidad actual de sus recuerdos. Y es que Alfredo ya se lo dijo antes de su partida hacia Roma: “has de ausentarte mucho tiempo, muchísimos años para encontrar a tu vuelta a tu gente, la tierra donde naciste…” Salvatore ha esperado todo este tiempo, olvidándose de todo y de todos como le pidió su amigo, evitando caer en las redes de una nostalgia que le impediría mirar hacia delante.

Pero ahora Salvatore rememora su pasado, y este viaje a los rincones de su memoria es simbolizado por Tornatore mediante una de las metáforas más bellas del film: el ovillo de lana que su madre arrastra con ella cuando él llega y pica a su puerta, el hilo que deshace poco a poco el jersey que ella teje, como los recuerdos van deshaciendo el camino emprendido por el joven Totó treinta años atrás. Salvatore ha cambiado, como los nuevos tiempos, pero su pueblo sigue siendo el mismo, su familia y su gente son aún aquellos que él dejó atrás en el andén de la estación, sólo el tiempo ha dejado huella en sus rostros. Sentado a la mesa, junto a su familia, Salvatore se sabe a kilómetros de distancia de ellos, y Tornatore filma magistralmente el fragmento, aislando en un plano la figura del director, enfatizando la distancia que le separa de su familia, un precio quizás muy alto por la consecución de su sueño.

Cinema Paradiso

El siciliano
El director de “El cazador”,  Michael  Cimino adaptó  en 1987 la novela de Mario Puzo, que relata la historia de Salvatore Giuliano, un bandido que intenta liberar Sicilia de la corrupción del gobierno de Roma y de la Mafia.

El Siciliano

Niños robados (Il ladro di bambini) del 1992,dirigida por Gianni Amelio, y ganadora del Gran premio especial del jurado en Cannes además del Félix a la  Mejor película europea. Antonio, un joven oficial de carabineros, tiene que llevar a dos niños, Roseta y Luciano, de once y diez años, hasta una residencia infantil. Sin embargo, cuando llegan allí, la niña es rechazada alegando un error burocrático y Antonio se enfrenta a su viaje más largo. Los tres toman un tren hasta Sicilia, donde deberá dejar a los pequeños en un hogar para niños difíciles.

El ladrón de niños

De nuevo Tornatore volvió a Sicilia para filmar El hombre de las estrellas (L’uomo delle Stelle),para recrear los años cincuenta, cuando Joe Mirelli llega al pueblo con una cámara antigua y una caja con película vieja para hacer soñar con el cine a los tranquilos aldeanos.

El hombre de las Estrellas

El cartero (y Pablo Neruda) fue rodada en 1995 en Sicilia, y aunque contó  con  actores italianos  como Massimo Troisi, María y Grazia Cucinotta recrea  el  Chile del  preludio al golpe  de  estado.  Cuenta la  historia de Mario, un hombre sencillo que acepta un empleo de cartero. Su trabajo consiste en llevar el correo a un único destinatario, el poeta chileno Pablo Neruda que vive exiliado. Mario se siente fascinado por la figura de Neruda y entre los doshombres irá creciendo una gran amistad.

El cartero y Pablo Neruda

Malena, estrenada en el 2000  y de nuevo obra de Giuseppe Tornatore con música de Ennio Morricone y con Mónica Bellucci como protagonista. Malena es la belleza más encantadora e irresistible de Castelcuto, un tranquilo pueblo de la soleada costa Siciliana. Es nueva en la población y, estando su marido en la guerra, cada paseo que da por el pueblo se convierte en un espectáculo, acompañado por las lujuriosas miradas de los hombres de la localidad y de los resentidos cotilleos de sus envidiosas esposas. Un ejército de flacos adolescentes en bicicleta la sigue allí donde vaya, con la única intención de observar su exquisita y arquetípica belleza. Pero entre ellos se encuentra Renato, un chico de 13 años con mucha imaginación que lleva su deseo a unos límites de obsesiva fantasía.

Malena Malena

Iris fue rodada en 2001 y narra la vida de María, que vive en la pintoresca isla italiana de Ustica. Al darse cuenta de que no tiene ningún regalo para su madre, mientras que sus dos hermanos llegan a casa con un ramo de flores salvajes, María se dirige sola al mercado para comprar iris para su madre. Existe un único problema, cuando ella llega al mercado, y es que María sólo tiene suficiente dinero para un iris. Tras decidir viajar al faro del otro lado de la isla para conseguir dinero de su padre, María encuentra una variedad de personas, algunas de ellas le parecen bien, pero a una la considera dañina para ella. Para complicar la situación, uno de sus hermanos emprende su propia búsqueda para encontrar a María. En su búsqueda para encontrar iris -y sólo iris- el espectador se une a esta pequeña llena de determinación, quien claramente afirma, “yo no vuelvo a casa sin las flores”. Además, el director Aurelio Grimaldi ofrece un maravilloso paseo por una pequeña e idílica isla, desplazada del mundo, de la cercana Palermo.

Biofilmografía/ Aurelio Grimaldi nació en Módica, en 1957. Publicó un buen número de novelas antes de pasar a escribir guiones. Realiza, en 1990, el guión de “Ragazzi fuori”, con Marco Risi. Comenzó en la Dirección con “La discesa a Aclá a Floristella”, que se presentó en Venecia, en 1992, ambientada en la Sicilia de principios de siglo. En 1993, realiza “La ribelle”, película que representa un retorno al realismo, y, en el 1994, “Le buttane”, cinta presentada a Concurso en Cannes, de carácter autobiográfico y que trata en blanco y negro un romance suyo. Otros trabajos suyos son ‘Nerolio’, sobre un episodio de la vida de Pier Paolo Pasolini, “Il Macellaio”, “La Donna falco” y “La Donna antilope”.También ha realizado documentales, destacando entre ellos “I Parrini”, que aborda la problemática de los letrados anti-mafia de Palermo.