La ciudad actual de Santo Stefano di Camastra nace en 1683 tras unas fuerte inundaciones que habían obligado a refugiarse en lugares más seguros a los habitantes. El príncipe Giuseppe Lanza, Duque di Camastra, diseña el plano urbano de la nueva ciudad sobre un rombo inspirándose en los jardines reales de Versalles y la Villa Giuli de Palermo, con algunas calles flanqueadas de palmeras, y sobre todo siguiendo los ideales urbanos típicos del renacimiento.
Entre Palermo y Messina, Santo Stefano de Camastra está situado a los piés de los Montes Nebrodi, a 70 metros sobre el nivel del mar, en una posición panorámica del Tirreno, y con unas vistas inmejorables de las Eolias en el horizonte. Es internacionalmente conocida por sus cerámicas cuya producción artesanal es secular. Los mosaicos de las plazas, los números que rotulan las casas, el pavimento local; todo, en definitiva se funde con la cerámica, y da color a la ciudad de Santo Stefano.
Entre los lugares para visitar está el Palazzo Trabìa, construido por el Duque de Camastra al final del siglo XVII, sede hoy del Museo de la cerámica, y que contiene la colección del ayuntamiento. La fachada está decorada con pintura en estilo liberty con cerámica esmaltada.
También cabe acercarse a la Iglesia Madre, construida en 1685, con una particular fachada del siglo diecisiete. La planta, de cruz latina consta con la clásica subdivisión en tres naves de 12 columnas en estilo barroco, compuesto y decorado con estucos de finales del XVIII. En la nave lateral derecha se conserva una estatua de mármol de 1600 que representa a la Madonna del Latte; mientras que en lanave izquieda está el Santissimo Sacramento. Y al fondo se hallan dos tapices de tela del siglo XVII y XVIII del artista palermitano G. Patania.
Especialmente particular es el Muro de Federico. Sorprenden sus dimensiones (60 metros de largo y 400metros cuadrados de superficie), y por suponer una novedad en el paisaje clásico urbano. Situado a la entrada de Santo Stefano de Camastra, a lo largo de la autopista 113 de Messina, muestra una sucesión de imágenes, siluetas inspiradas en los normandos, y particularmente en Federico II. La narración histórica va paralela a un lenguaje visual simple y vivo, característico del autor, Totò Bonanno.
Alrededores
Aprovechando la estancia en Santo Stefano podemos llevar a cabo excursiones a los Montes Nebrodi, a Cefalú y a la Fiumara d’Arte en el Valle di Tusa, una peliculiar propuesta de arte contemporáneo al aire libre.