La griega Xiphonia, romana Adis y hoy Acireale recibió su actual nombre tras la concesión de feudo directo de la corona española que Felipe IV otorgó a la villa. Lo que hoy vemos de Acireale, es básicamente la obra de reconstrucción que se realizó tras el terremoto de 1693, que desoló la parte oriental de Sicilia. Siguiendo el plan urbanístico del Duque de Camastra se erigió un espléndido centro barroco del que presume la ciudad.
Alrededor de la Piazza del Duomo se dibujan todos los edificios destacables de Acireale. Además de la catedral, la basílica de San Pietro y San Paolo y el palacio comunale rodean la plaza.
Tanto el corso Vittorio Emanuele, como el alargado Corso Humberto que apuntan respectivamente a Catania y a Mesina, son las articulaciones suntuosamente presididas por palacios propios de una ciudad de mayor dimensión.
Qué ver en Acireale
Los atractivos de la ciudad son el turismo, que anualmente recibe a numerosos curiosos en el Carnaval de Acireale, dicen que el más afamado de Sicilia; y las Termas de Santa Venera, cuyas aguas del balneario prestan sus servicios a un número considerable de visitantes.
La catedral de Acireale fue construida entre 1597 y 1618 dedicada a la Anunciación y Santa Venera. La fachada del palermitano G.B Basile es de principios del siglo XX sobre el portal del siglo XVII con estatuas de las advocaciones de las titulares del templo.
Los campanarios simétricos tienen una cubierta cónica decorada con cerámica prolicromada, mientras que la catedral consta de tres naves ornamentadas con frescos de Pietro Paolo Vasta (1736) y otros de inicios de 1900. En el transepto derecho se abre la capilla dedicada a Santa Venera, donde una figura barroca en plata del XVII de la patrona de Acireale, recibe la devoción de los fieles.
En la misma plaza de la catedral se halla la iglesia de san Pietro y San Paolo, del XVIII, con dos ordenes y un solitario campanario que parece que en principio debía haber estado acompañado de uno gemelo, pero que se descartó al constatar que podía afectar a la luminosidad de la meridiana de la catedral.
En el otro extremo de la plaza el palacio comunale (ayuntamiento), fruto del barroco catanés tan peculiar como virtuoso. Muy cerca de la catedral está la iglesia barroca de San Sebastiano, obra de G.B. Marino en 1754 que merece estudiar para apreciar su balaustrada formada por personajes del Antiguo Testamento.
Asi mismo, la biblioteca de Acireale posee más de 160.000 volúmenes, muchos de ellos únicos, siendo una de las más ricas de Sicilia.
La villa Belvedere al final del Corso Umberto I ofrece magníficas vistas del mar, la costa y el Etna. Para los curiosos merece la pena acercarse a la estatua de Don Quijote y Rocinante, tan estilizada y desvencijada como la figura del caballero andante. Otra estatua nos recuerda la fábula de Aci y Galatea y el amor que frustro Polifemo.
Merece la pena visitar el Teatro de Marionetas Sicilianas (Opera dei Pupi), ya que Acireale es uno de los puntos de la isla con mayor tradición. De hecho es posible asistir a representaciones en el mismo Teatro. Otro lugar pintoresco es el la Mostra Permanente delle Uniformi Storiche, con uniformes históricos de diferentes épocas.
Muy cerca, a apenas dos kilómetros de Acireale está el puerto de Santa María Della Scala, pequeño puerto pesquero ajeno a los asedios de los turistas. Mientras que a cuatro km está el Faro Sant’Anna con unas vistas del mar prodigiosas y dentro de la Reserva Natural Orientata La Timpa. Una excursión algo más larga nos puede llevar por el resto de la Riviera de los Cíclopes hasta los farallones de Aci Trezza y Aci Castello.
Hoteles y alojamiento en Acireale
Tours y excursiones cerca de Acireale
Taormina y el Etna son dos de las excursiones más frecuentes mientras disfrutamos de unos días en Acireale.