Libro «Los Valientes están solos» de Roberto Saviano

Los gritos de ayuda suelen extinguirse a menudo sin que su eco rebote y se propague. Ni siquiera las paredes de la cueva de la Oreja de Dionisio en Siracusa -usadas por el tirano para escuchar a sus enemigos encerrados- podrían haber replicado las continuas señales que enviaron los jueces que desafiaron a la mafia siciliana.

Libro "Los Valientes están solos" de Roberto Saviano
Libro «Los Valientes están solos» de Roberto Saviano

En el libro «Los Valientes están solos» de la editorial Anagrama y publicado en 2023, encontraremos una macedonia de gallardía, de pesimismo, de comprensión, de rabia, y como corona la guinda del optimismo.

Roberto Saviano, escritor y periodista amenazado por la Camorra a perpetuidad por levantar el transparente velo de la verdad, es una voz más que autorizada para hablar de la soledad de los que no agachan la cabeza.

Quién haya escuchado al maestro siciliano Franco Battiato podrá entender que Falcone y Borsellino acabaron siendo «Nómadas que buscan los ángulos de la tranquilidad, en las nieblas del norte, en los tumultos civilizados, entre los claros oscuros y la monotonía de los días que pasan. Caminante que vas buscando la Paz en el crepúsculo».

Como si la inercia de la lucha que habían desatado contra la Cosa Nostra fuese imposible de frenarla, su sacrificio y el de otros muchos, dispersó una semilla de hartazgo social. Como si las bombas de los mafiosos solo hubiesen servido para dar más vida a la esperanza, la muerte de los jueces significó, si no el fin de la mafia, al menos un punto de inflexión en la lucha contra su impunidad.

Como castillos de naipes los aliados y amigos de Falcone van cayendo soplados por el viento invisible de la mafia, por sus disparos y bombas silenciados por los políticos y la sociedad que no supieron ver que en la muerte de esos señalados estaba su ignominia.

Saviano convierte en la vida de Falcone en un libro que mezcla la realidad -con un estilo a caballo entre lo periodístico y narrativo- y los hechos acaecidos con la ficción de los sentimientos y momentos que solo pueden recrearse con la empatía. La documentación que ha empleado el autor proporciona un halo fidedigno que se agradece para no construir un relato edulcorado de héroe áureo.

Antes del desenlace ya sabido de Falcone se palpa como una cortina de humedad en el aire, esa soledad, incomprensión, miedo y ausencia incluso antes de que los mafiosos hagan estallar el tramo de autopista por el que pasa su coche.

No encontrará el lector un libro de blancos y negros, de héroes y antihéroes, si no un tobogán de grises en los que los propios protagonistas se mueven sorteando colinas y depresiones. Incluso el pasado y sufrimiento de mafiosos como Toto Riina, cuando perdió a su padre y a su hermano pequeño tras una explosión al tratar de sacar la pólvora de una bomba de la Segunda Guerra Mundial, muestran como el dolor solo acarrea dolor, como la peor herencia o enfermedad que transmiten los humanos.

Porque, pese a la dura historia narrada por Saviano, «Los Valientes están solos» sirven de amarra del ancla de la justicia, fondeada en nuestra sociedad para que sus ciudadanos no olviden. Y en la historia y el recuerdo está el abrazo a los valientes que se sienten solos.